Las inyecciones de dióxido de carbono son un tratamiento terapéutico conocido para rejuvenecer la piel del rostro. Hace años que algunos famosos las usan para mejorar el aspecto de su cutis, pero cada vez es más frecuente  que este tratamiento se ofrezca en clínicas estéticas especializadas y no solo con el fin de envejecer mejor.

Ana Téllez, especialista en Medicina y Cirugía Estética explica cómo funciona este tratamiento, por el cual se inyecta dióxido de carbono a través de la piel. “Las personas tenemos dos gases solubles en sangre: el  CO2 y O2. El oxígeno, que es el encargado de que la piel se vea más tersa y luminosa, no se puede inyectar porque quema, mientras que el CO2 sí puede inyectarse regulando la temperatura para que no salga congelado, como hace unos años. Cuando la hemoglobina detecta que hay una saturación de dióxido de carbono, se lo lleva y deja oxígeno en su lugar, por esta razón, durante este proceso, el dióxido pasa a ser oxígeno en apenas unos segundos, mientras que la piel se pone blanquecina para pasar a ser roja en unos instantes.

Según la zona corporal donde se aplique, la forma de inyectarlo será distinta.

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